Análisis Capilar

Realización del análisis de la piel y anexos 89

◗ Palpación: un cuero cabelludo sano ha de ser suave, liso y seco. Con las yemas de las manos apoyadas en el cuero cabelludo, se comprueban los siguientes datos: la textura, suave o áspera; el relieve, rugoso o liso; y la existencia o ausencia de humedad. ◗ Presión: se comprueba la sensibilidad del cuero cabelludo presio- nando con los dedos. ◗ Movilización: con una mano colocada a la altura de la frente y la otra en la zona de la nuca, se aproxima la piel en dirección a la coronilla. Si la circulación sanguínea es buena, la piel se moverá; en caso contrario, permanecería adherida al cráneo. ◗ Signo de Jacquet: consiste en pellizcar el cuero cabelludo para comprobar si hay actividad pilosa o no. Si no se deja pellizcar, sig- nifica que hay regeneración capilar. Si se deja pellizcar, significará que hay ausencia de folículos pilosos y, por lo tanto, la regenera- ción capilar no es posible en esa zona. ◗ Singo de Sabouraud o de arrancamiento: prueba con la que se valora el porcentaje de cabello desprendido desde la raíz. En dirección de raíz al exterior, varios mechones de unos 100 pelos cada uno son tensados suavemente y de forma paulatina. Se comprueba cuántos pelos salen arrancados. En un cuero cabellu- do sano, no debe superar los cuatro pelos por mechón. ◗ Test de papel: se examina la humedad del cuero cabelludo para determinar si se trata de un exceso de humedad (hiperhidrosis) o de seborrea. Para ello, se toma una muestra presionando el cuero cabelludo con un pequeño papel absorbente hasta mancharlo. Después se dejará secar. Si la mancha no desaparece, significará que hay seborrea. 2.  IDENTIFICACIÓN DE ALTERACIONES DEL CABELLO Y EN EL CUERO CABELLUDO Mediante este análisis capilar podemos identificar, en primer lugar, el estado de la piel del cuero cabelludo y del tallo del pelo. Esto nos puede dar una pista de cómo está el resto del pelo que no podemos ver (raíz) porque se encuentra dentro de la piel. También nos da las pistas para identificar el problema, ya sea estético o posibles enferme- dades o afecciones que producen dicho afeamiento. Con esta informa- ción podemos establecer los tratamientos adecuados que no solamente mejoren la estética, sino que solucionen las alteraciones desde el origen del problema. A esos signos que observamos que no son normales en un pelo sano se les llama signos o síntomas. Algunos de los síntomas son visibles y otros solo son perceptibles por quien los padece, como los picores. Tras comprobarlos con la aparatología correspondiente, se sacan con- clusiones de qué padece el cliente, lo cual se llama diagnóstico, y se ofrece una solución mediante unos trabajos de lo que se llama trata- miento cosmético. De necesitar un tratamiento médico, debemos derivarlo al profesional dermatólogo correspondiente.

RECUERDA QUE Las formas de análisis son complementarias, no exclusivas. Se deben realizar cuantos más métodos mejor.

RECUERDA QUE Un pelo sano es

siempre bonito y solo se afea cuando sufre alguna afección. Y, por otra parte, un cabello puede estar sano, pero, por aplicarle colores, aparatos o productos perjudiciales como lacas o planchas, se puede dañar.

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